En MYTA promovemos una economía circular, en la que nuestros productos y envases sean respetuosos con nuestro entorno. Envasamos todos nuestros minerales en bolsas y cajas de papel y cartón reciclado y reciclable. Hoy, queremos desmentir 3 mitos sobre la materia prima de nuestros envases: el papel.
La deforestación aumenta, estamos acabando con los bosques.
Esta es una frase que podemos leer a diario en la prensa. Sin embargo, los datos de “Global Forest Resources Assessment” aclaran este hecho: si bien es cierto que el ritmo de la deforestación global crece, en Europa crece la superficie de bosque. Concretamente, en territorio europeo crecen 400.000 hectáreas de bosque más al año. España, Finladia, Rusia y Suecia los países en los que más están creciendo los bosques.
Para fabricar papel se destruyen bosques.
Es normal pensar que consumiendo más papel consumimos más madera y por lo tanto, se talan más árboles de los bosques naturales. Sin embargo, la madera para papel se cultiva en plantaciones específicas. Para la fabricación de papel no se utiliza madera noble, de especies exóticas de los bosques tropicales ni de robles, hayas o encinas. Para hacer papel se utiliza madera de especies en crecimiento rápido (en España el Pino y el Eucalipto). Estas se cultivan en plantaciones forestales, que se están continuamente regenerando y replantando, y de otro modo no existirían. A más papel consumido, más árboles plantados. Las plantaciones de papel suponen el 2,3% de los bosques de España.
Las plantaciones de papel son dañinas para el medio ambiente.
Las plantaciones para papel, con especies de crecimiento rápido son grandes sumideros de CO2 y ayudan a frenar el cambio climático. Las plantaciones para papel almacenan 28 millones de toneladas de CO2. Es decir, por cada kilo de bolsas de papel se almacenan 1,3 kilos de CO2.
Devolvemos a la naturaleza más de lo que ella nos da.