Estornudos, mocos, picor en la piel e irritación en los ojos son sinónimos de alergia.
Según la Universidad de Valencia entre el 15 y el 30% de las personas sufren alergia a los gatos. Pero, ¿qué es lo que nos produce la alergia a nuestros amigos felinos? A pesar de lo que pensamos, no es el pelo. La mayoría de las personas alérgicas a los gatos son alérgicas a la proteína Fel d 1 presente en su piel, que se libera con la caspa y que los gatos extienden por su cuerpo al lamerse.
Tanto si te planteas integrar en tu familia un nuevo miembro peludo, o si de repente comienzas a notar alguno de síntomas, te proponemos algunas rutinas que poner en práctica para atenuar sus efectos:
¡Lávalo! No hay ninguna contra indicación, salvo que no le guste. Un baño semanal con agua tibia para cuidar su piel y un buen secado puede ayudarnos con la alergia además de mantener el pelaje de nuestro gato brillante y limpio. Además, con el tiempo se habitúan y algunos gatos llegan a adorar el baño.
Existen lociones para antagonizar los efectos de la alergia en gatos. Se aplican semanalmente y aplicar con un paño sobre el pelaje. Son una buena sesión de mimos en las que fortalecer el vínculo con tu mascota. Consulta a tu veterinario y él te asesorará.
Algunas de las personas alérgicas a los gatos, también son alérgicas a la orina de estos animales. En este caso, una de las opciones es emplear arenas aglomerantes de bentonita natural como las de la gama MyCAT. La principal ventaja de estas arenas, es que el mineral forma una bola al entrar en contacto con el líquido, atrapando la humedad y los malos olores. Con estas arenas, podemos deshacernos diariamente de las sustancias que nos provocan malestar, y de paso mantener a nuestro gato limpio y contento.
Después de acariciar a tu felino, debes lavarte bien las manos con agua y jabón. Este consejo tan simple y que tantas veces pasamos por alto, evitará el contacto directo con nariz y ojos.
Se acabaron las siestas en la cama y los juegos de escondite en el armario. Las mantas, almohadas y cojines son retienen los pelos de nuestra mascota, que a su vez contiene la caspa. Lo mismo ocurre con la ropa de los armarios. Además, agradeceremos no tener que quitar los restos de pelo que dejan en nuestras prendas.
Mantener la casa libre de polvo, pelos y restos de caspa nos ayudará a reducir los síntomas. Aspirar la casa con regularidad, abrir las ventanas para ventilar y retirar las alfombras nos ayudará a reducir la alergia.
Hay tratamientos que atenúan y hacen desaparecer los efectos de la alergia a los gatos. Visita a tu médico y cuéntale tu situación.
Si bien estos gatos no son hipoalergénicos, ya que producen caspa igualmente, el hecho de no esparcir pelos con caspa por toda la casa disminuye la exposición a este alérgeno.
En el caso de que los síntomas sean más severos, no abandones a tu gato en la calle a su suerte. El 4,4% (Fundación Affinity) de los gatos son abandonados debido a la alergia de sus propietarios. Recuerda que los gatos domésticos no están acostumbrados a cazar y a buscarse la vida en la calle. Antes de ponerlo en la calle, te animamos a poner en práctica todos los consejos anteriores o a buscarle un nuevo hogar responsable.
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